La primera cuenta pública del presidente Sebastián Piñera no hace más que dejarme un sabor a hiel en la boca. Y no se debe a los temas que no se platearon o a las medidas populistas anunciadas por el gobierno, sino porque sentí que el discurso se escuchó muy bonito, liberal y hasta con toques sociales, y creo que mucha gente se lo va a tragar. Sin embargo, es necesario leer entre líneas para averiguar los verdaderos propósitos o las omisiones de información en las que el Ejecutivo cae reiteradamente.
Por esta razón, pretendo repasar los puntos centrales que se pusieron en el tapete el 21 de mayo pasado de una forma distinta a la que hicieron la mayoría de los medios, para que cada quien pueda formarse su propia opinión.
1.- Economía: Sebastián Piñera despacha la siguiente frase: "Antes de que termine la década Chile será un país desarrollado y superará la pobreza". Tal parece que al presidente se le olvida que Chile es uno de los países más desiguales del mundo, que la desigualdad salarial es aberrante y se acrecenta cada día, que la economía es dependiente de los bloques dominantes del planeta, y es presa del precio oscilante del cobre.
2.- Reconstrucción de Chile: Relevó el impuesto enano acotado temporalmente, y que ofrece beneficios tributarios a los grandes capitales de Primera Categoría; el impuesto al tabaco; la Ley de Donaciones –que se convierten en crédito para los “benefactores”; y en materia de obras públicas (como carreteras y hospitales destruidos), la concesión a constructoras privadas (según el senador Juan Pablo Letelier, se trataría de 7 empresas transnacionales, entre ellas la del primo de Piñera, Herman Chadwick).
3.- Educación: El mandatario planteó la Revolución Educacional. Dijo que la educación chilena, si bien tiene buena cobertura, es "de baja calidad y equidad" y que reproduce las desigualdades "de generación en generación". Entonces manifestó, entre otras medidas, que en los próximos años se aumentará la subvención escolar (que hoy por alumno es de $ 38 mil pesos). ¿Y no sería mejor un sistema que en lugar de ser un negocio para los liceos por alumno que asiste a clases, sea uno con una cantidad de dinero fija y acorde a las necesidades mínimimas para una buena educación? Además comunicó que en los barrios más pobres se ampliará hasta las 20:00 hrs. la Jornada Escolar Completa, lo que es una medida que tiene algo malo y bueno. Lo positivo es que los padres no tendrán que preocuparse de que sus hijos se encuentren en las calles a esa hora y no tendrán que dejarlos al cuidado de otra persona. Pero lo negativo es que con la jornada actual (hasta las 16:00 hrs.) la mayoría de los establecimientos no utiliza las horas de la tarde para realizar talleres deportivos o culturales, sino que rellenan con más clases, lo que significaría en el nuevo período que los alumnos tendrán alrededor de 10 horas de clases, lo que es excesivo e innecesario.
4.- Reformas Sociales: Señaló que más adelante, se espera llegar a un Ingreso Ético Familiar de $ 250 mil pesos para familias de 5 personas, en un Chile donde una renta habitacional promedio es de $ 100 mil pesos, y una canasta familiar que incluye alimentos, transporte, servicios básicos (electricidad, calefacción y agua potable), educación, salud y recreación supera largamente la cifra comprometida. Aunque hay que decir que la Concertación no hizo nada para solucionar el gran problema del Sueldo Ético y esto es un calmante por lo menos, pero no basta de ninguna manera. También, luego de años en carpeta, prometió que el 7 % que se le cobra a las personas de tercera edad para salud, disminuirá gradualmente. Esta es una medida populista del gobierno, considerada exclusivamente porque es una de las promesas de campaña que más llegan a la gente y que puede realizarse sin mucha dificultad, pero que en ningún caso habría visto la luz si Marco Enríquez Ominami no hubiese adoptado esta medida como bandera de lucha, además de la Inscripción Automática y Voto Voluntario, Voto de chilenos en el extranjero, entre otras ideas progresistas.
5.- Trabajo: Piñera se limitó a anunciar que el simbólico seguro de cesantía existente se extenderá de 5 a 7 meses; capacitaciones con beneficio a los empleadores; y un “nuevo trato” con las Pymes (que concentran al 80 % de los trabajadores), beneficiando a aquellas que reinviertan sus utilidades, y cobrando la mitad de lo que cuesta crear una empresa con el objetivo de reparar “las 100 mil empresas perdidas en los últimos 10 años”. Pero nada dijo de salario mínimo, de negociación colectiva, de derecho a huelga, de subcontratismo, de precarización del empleo, de distribución de parte de las utilidades, de relaciones contractuales más estables, de la “ley de semana corrida”, de horarios y turnos, ni de prácticas antisindicales.
6.- Defensa: Aseguró que hay que potenciar la capacidad disuasiva de las FF.AA (Chile es unos de los países del Continente que más gasta en ese ítem), y que resucitará la extinta Ley de Reservada del Cobre (que establecía la entrega del 10% de las ventas de Codelco a las ramas castrenses), pero con otro nombre. Además anunció que sigue en pie su política de privatización de Codelco, la cual ya empezó por los servicios esenciales.
Por último, sobre el pueblo-nación mapuche mencionó a la carrera un llamado Plan Araucanía. Por otro lado, anunció la creación de un Ministerio del Medioambiente; la promoción del Instituto de DDHH; y su especial atención a la clase media, pero no entregó detalles de nada de esto.
En definitiva, un discurso plagado de promesas de campaña en las que algunos de sus proyectos fueron ideados e impulsados por el gobierno anterior.
Fuentes:
http://www.chilecambio.cl/2010/05/31/la-educacion-chilena-un-enfermo-terminal/#comments
http://www.diariouno.cl/editorial/pinera-delirante/
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